Bueno, en esta serie no hay superhéroes. Es un thriller duro y realista con la familia McLusky como protagonistas. En Kingstown, una decadente ciudad de Michigan, toda la actividad gira en torno a un enorme sistema penitenciario privado, la única industria próspera en la actualidad. Renner es Mike McLusky, un exdelincuente que trabaja junto a su hermano, Mitch (Kyle Chandler), para manejar las relaciones y los negocios entre los pandilleros internos, los externos y las fuerzas del orden: guardias, policías y hasta miembros de SWAT. Todo un sistema corrupto que su madre Miriam (Diane Wiest) aborrece, no tanto desde la moral sino por la mediocridad y la resignación imperante, incluso entre las reclusas con las que trata. Ella es una viuda idealista que da clases en la cárcel femenina y que se siente frustrada hasta el enojo porque sus hijos se han adaptado a este mini universo de corrupción y temen menos al peligro de tratar con delincuentes y corruptos que a la idea de abandonar Kingstown en busca de nuevos horizontes. Su hijo menor, Kyle (Taylor Handley), es policía, vive con ella junto con su esposa y sigue los pasos de sus hermanos.
Mike opera como una suerte de alcalde e intenta pacificar el violento clima de una ciudad empobrecida y tomada por bandas de narcos y contrabandistas. En algunas situaciones cuenta con la ayuda de Bunny Washington (Tobi Bamtefa), un líder narco, con quien suele mantener charlas memorables sobre el desencanto de ambos.
Los temas que resuelve Mike se complican cuando fallan en la recuperación de un botín para un peligroso delincuente que está preso, Milo Sunter (Aidan Gillen), su némesis en su época de presidiario.
El tema carcelario, corrompido en todos sus niveles, es el elemento que relaciona e influye a todos los habitantes de Kingstown, y permite mostrar las alianzas temporarias, las traiciones, el racismo en la cultura estadounidense, la desigualdad social y la falta de futuro con crudeza e inteligencia. La paleta de grises impera en una impecable fotografía salpicada de sangre y escenas violentas.
Los creadores de la serie son Taylor Sheridan, conocido por otras como "Yellowstone" y "Tulsa King" y Hugh Dillon, que actúa en la serie como el compañero policía de Kyle con la producción de MTV Entertainment Studios, 101 Studios y Bosque Ranch Productions. La serie se estrenó en 2021 y se convirtió rápidamente en lo más visto de la cadena Paramount desde 2018. Allí se pueden ver las dos primeras temporadas y sabemos que Renner ya está embarcado en la filmación de la tercera temporada.
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